[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»3067″ img_size=»full» add_caption=»yes» alignment=»center»][vc_separator color=»green»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Granada y la luz forman un conjunto inseparable que no escapa a los visitantes de la capital. Los sorprendentes tonos que toma el cielo y los edificios en los amaneceres y anocheceres han dado la vuelta al mundo en millares de fotografías, tomadas desde cualquiera de sus miradores.
Los mejores momentos del año son sin duda la primavera y el otoño, donde a partir del atardecer una intensa luz dorada envuelve la atmósfera de Granada. Son momentos especiales en los que pararse y contemplar porque, al fin y al cabo, son momentos que duran un instante, y que no se volverán a repetir de la misma manera nunca más.
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Granada y la luz de otoño desde el mirador del Barranco del Abogado.
Esta fotografía la tomé desde ese mirador, uno de los mejores y con vistas más amplias. Pero hay muchísimos más y todos con grandes vistas, que podéis consultar en miradores de Granada.
Descubriréis que ver atardeceres es uno de los pasatiempos favoritos de la juventud en esta ciudad y os llevaréis un momento de calma y un espectáculo gratuito, que deja siempre con buen sabor de boca. Pero esa cosa especial de Granada y la luz la podréis notar en cualquier punto de la ciudad, incluso en el tono que adquieren las calles. Y cuando uno se rodea de cosas especiales, acaba contagiado por el mismo encanto y sintiéndose bien, por el simple hecho de haber presenciado algo bonito. ¿No creéis?[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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